Director de San Jacinto
Oficialmente San Jacinto reabrió sus puertas el 22 de febrero de 1919, ya sin la Escuela Nacional de Veterinaria, pues el Presidente de la República, Venustiano Carranza, había decretado el 11 de abril de 1916 su desincorporación, creando la Escuela Nacional de Medicina y Veterinaria.
En esta nueva era de la ENA, sus directores fueron: Justino T. Martínez, de febrero de 1919 al 30 de junio de 1922; José Mares, del 1º de abril de 1922 al 30 de enero de 1923; y a partir del 1º de febrero de 1923 tal distinción correspondió al Ing. Marte R. Gómez, quien se vio obligado a dejar la dirección del plantel el 30 de noviembre de 1924. Convirtiéndose así en el último Director de San Jacinto y el primero en Chapingo.
La Revolución Mexicana de 1910-1920, representó un parteaguas en la historia de la ENA, pues los cambios operados en la estructura agraria del país, exigieron una adecuación de los planes y programas de estudios vigentes en ese momento.
Haciendo un recuento de las carreras que ofreció la ENA desde 1856 con los Administradores Instruidos y los Mayordomos Inteligentes, hasta el Agrónomo, el Ingeniero Agrónomo y el Mecánico Agrícola en 1919, encontramos que estas carreras estaban perfectamente planeadas para responder a las necesidades de la hacienda, por ser la actualidad económica y social dominante en el campo mexicano.
Pero como la triunfante Revolución se propuso, entre otras cuestiones, eliminar las haciendas y repartir las tierras entre los pueblos demandantes, la enseñanza agrícola que impartía San Jacinto, ya no respondía a la necesidad nacional, por lo que había que cambiarla.
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* Profesor-Investigador del Departamento de Preparatoria Agrícola y miembro del Programa de Investigación en Historia del Centro de Investigaciones Económicas, Sociales y Tecnológicas de la Agroindustria y la Agricultura Mundial. (PROIH-CIESTAAM), de la Universidad Autónoma de Chapingo.
Antes de hacer la revolución agrícola como lo pregonaba la educación positivista, había que llevar a cabo la revolución agraria para liberar al peón de la explotación de que era objeto por parte de los hacendados: terminando con el latifundio se iniciaría la liquidación del servilismo y del peonaje.
Para participar en el cambio social, los agrónomos que participaron en la revolución organizaron, el 17 de septiembre de 1921, la Sociedad Agronómica Nacional, que tení por lema: Explotar la tierra, no al hombre. Dadas las necesidades que tenía el país de sus servicios, poco a poco sus mejores hombres empezaron a incidir en la política agrícola y agraria del país. Llegó a tal grado su influencia que muchos de ellos fueron llamados a colaborar con el gobierno de Álvaro Obregón: Marte R. Gómez, Juan de Dios Bojórquez, Luis L. León y Gilberto Fabila, son ejemplo de ello.
La elección de Marte R. Gómez como Director de la ENA fue una coincidencia venturosa. El hecho de que el Segundo Congreso Nacional Agronómico de 1922 estuviera presidido por el Secretario de Agricultura Ramón P. de Negri, y que Marte R. Gómez fuera designado para pronunciar el discurso inaugural, le brindó la oportunidad de hacerse escuchar por tan dsitinguida personalidad, quien posteriormente lo llamó a su despacho para ofrecerle la Dirección de la ENA1; le habían convencido los principios agraristas de Marte R. Gómez. Cargo que no le fue fácil acepta, dado que -como hemos visto- estaba dedicado de tiempo completo, a la organización del Departamento de Aprovechamiento del Ejido.
Así, antes de que San Jacinto y Chapingo se convirtieran en un semillero de agrónomos conservadores, Ramón P. de Negri decidió darle la oportunidad a Marte R. Gómez para que dirigiera el plantel y lo convirtiera en semillero de ideas progresistas, de donde surgieran técnicos que fueran capaces de entender y llevar a cabo la Reforma Agraria.2
La preocupación de Marte R. Gómez por mejorar la enseñanza agrícola la inició en San Jacinto; ahí recibió instalaciones en ruinas, corredores oscuros y fétidos, salones de clase desmantelados, casi sin libros de texto ni cuadernos de apuntes; uniformes que se repartían con demora; dormitorios semejantes a las cuadras de un cuartel, en donde el hacinamiento hacía imposible conciliar el sueño, con ropa de cama que se cambiaba una vez al mes; comida mala y comedores sin equipo y sin manteles; alumnos sin principios morales e inadaptados y profesores que por miedo al cambio solapaban y reproducían tal situación de descomposición y degradación escolar.
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1 AP/MRG/1922
2 Idem.
A estos males se enfrentó Marte R. Gómez y puso remedio.
En cuanto a la disciplina, actuó rápidamente por indeseables o mal aprovechamiento expulsó a los hermanos Lepe, que presumían estar recomendados por el Presidente de la República; lo mismo hizo con los hijos de los diputados Tereso Reyes (del Partido Cooperativista) y Rodrigo Reyes (del Partido Nacional Agrarista¨). Igual suerte sufrieron los Arcadios, Canalizos, Ríos y profesores que obstaculizaron el cambio. Al respecto, Marte R. Gómez, nos dice:
...en suma yo depuré el medio, los acostumbré a la clase limpia, al baño cómodo, al dormitorio confortable, al maestro capaz... y cuando hube dado de mí todo lo que tenía, el medio me expulsó a mí... me entregué todo entero a mi obra, desdeñando mi propia convivencia, sin ambiciones bastardas, ni deseos mezquinos...3
El conocimiento de los problemas que tenía la ENA y la disponibilidad y férrea voluntad que poseía, le permitieron atender con relativo éxito los numerosos y complejos problemas que agobiaban a la Escuela: además de imponer orden y disciplina se propuso elevar la moral del alumnado como base principal para la reivindicación de la profesión del agrónomo; redujo las inscripciones de 1923 al número adecuado que podían caber en los dormitorios; se empeñó por mejorar la alimentación; por mantener limpio el plantel; y, finalmente, al iniciarse el año lectivo de 1923, se tuvieron a tiempo uniformes de diario, libros de texto y cuadernos.
Los alumnos se dieron cuenta que había principiado una nueva era, que para el buen aprovechamiento de la educación era necesaria la disciplina.
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3Marte R. Gómez. Vida política...op. cit.p.62.
La educación agrícola recibida por Marte R. Gómez en San Jacinto le había hecho creer a él y al resto de los alumnos que con esa preparación técnica llevrían a cabo la revolución agrícola que el país requería; pero la realidad del campo morelense y yucateco le convencieron de que antes era preciso conseguir la revolución agraria, cuya ejecución correspondería a los agrónomos de la Escuela Nacional de Agricultura. Por ello, lo primero que el Ing. Gómez realizó al hacerse cargo de ella fue buscar que entrara a San Jacinto el aire fresco de la realidad mexicana.
No pudo hacer más el cambio de la Escuela de San Jacinto a Chapingo estaba próximo.
La capacidad de trabajo de Marte R. Gómez le permitió atender otros compromisos con igual empeño, como el ser Consejero de la Comisión Agraria del Presidente Álvaro Obregón.
Respecto de la aceptación del cargo, Marte dice que previendo que los delahuertistas tomaran la Ciudad de México, alertó a los alumnos de la posibilidad de cerrar la Escuela y repartió pases de ferrocarril para que, si se diera el caso, se retiraran a sus hogares. Él, por su parte, decidió seguir su destino al lado del gobierno obregonista, señalándole a Ramón P. de Negri:
Estamos listos para irnos con el gobierno, y tenemos la caballada en Chapingo, pero, para iniciar nuevamente la lucha, prefiero ir como vocal de la Comisión Nacional Agraria, mejor que como Director de la Escuela Nacional de Agricultura, así que, nómbreme usted.
Fue así como llegué, en momentos de crisis política al penúltimo escalón de la jerarquía agraria.
En 1928, al ocupar la presidencia de la República el Licenciado Emilio Portes Gil, este me nombraría su Secretario de Agricultura, y yo llegaría al último escalón: a la Presidencia de la Comisión Nacional Agraria.4.
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4AP/MRG/1923.
También se dio tiempo para cultivar el espíritu. Cuando en 1923 fue nombrado Director, se dio cuenta que necesitaba ampliar su horizonte cultural que le ofrecía la lectura del periódico, revistas (semanalmente leía la Revista de Revistas) y ocasionalmente novelas; por lo que decidió asistir como oyente a la Facultad de Altos Estudios a escuchar las conferencias que semanalmente impartía el maestro Antonio Caso. A pesar del enorme trabajo que día con día realizaba, comprendía que los retoques de cultura le abrían nuevos horizontes y le hacían medir mejor sus responsabilidades.
Su asiduidad a esta institución (que por cierto estaba ubicada en la antigua Escuela Nacional, ex Normal de Maestros, donde estudió sus últimos años de Primaria) le permitió "codearse" con los llamados "siete sabios" (Antonio Caso fue el maestro de: Alberto Vázquez del Mercado, Alfonso Caso, Narciso Bassols, Miguel Palacios Macedo y Teófilo Olea y Leyva, Vicente Lombardo Toledano y Manuel Gómez Morín, por falta de excepcionalidad y no por talento excluyeron de este selecto grupo a Antonio Castro Leal y José Moreno Baca), e intelectuales y artistas de la época.
Director de Chapingo
La ex hacienda de Nuestra Señora de la Concepción Chapingo, cercana a la ciudad de Texcoco, Estado de México, al ser convertida en sede de la ENA, tenía 15, 370ha5; mismas que, según Marte R. Gómez eran suficientes para las prácticas de los alumnos, experimentos y aún para dotar de tierra a los pueblos demandantes de ejido. Sobre este último aspecto, el ingeniero Gómez señalaba lo siguiente:
Había en Chapingo tierras suficientes para los fines previstos, por cuanto a investigación, experimentación y prácticas agrícolas y quedaban áreas disponibles para dotar de ejidos a los pueblos comarcanos6.
La idea de dotar de tierras a los pueblos vecinos era ayudarlos desde la escuela para ganarse la simpatía de los ejidatarios, elevando las condiciones de vida de los campesinos, asesorando con técnicas agropecuarias que de Chapingo fueron surgiendo, para llevarlas a la práctica. También se devolvieron aguas que se habían quitado a un pueblo vecino y se perforaron pozos para resolver el suministro de agua de la institución.
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5Silvia González Marín. Historia de la Hacienda de Chapingo. México, Ed. UACh, 1996.
6Marte R. Gómez, Historia de la..., op. cit., p. 267.
El traslado a Chapingo no fue sencillo, Marte y otras personas tuvieron que ingeniárselas para reunir los fondos necesários y solventar los gastos que ocasionaba el sostenimiento de la Escuela de San Jacinto, y la remodelación de Chapingo.
Ejemplo de ello fue la inauguración del establecimiento de la ENA, que llevó a cabo Álvaro Obregón el 4 de octubre de 1921. Dice el ingeniero Juan de D. Bojórquez que él logró que en las fiestas del Centenario de la Consumación de la Independencia figurara un remedo de inauguración con el fin de que el Comité aportara alguna cantidad de dinero para continuar con las obras, propósito que lograron, la inauguración fue sui generis y dadas las características, en su momento fue muy comentada: Guillermo Castillo, profesor de Zoología, narró en 1924 que habiendo llegado la comitiva de Chapingo, el Secretario de Agricultura y Fomento, general Antonio J. Villarreal, se ofreció a ser guía y al llegar a la casa principal de la ex hacienda dijo:
-Aquí quedarán instalados los salones de clases, las oficinas de la Dirección y la Secretaría.
Como no había nada que ver, ni mobiliario, ni laboratorios y las paredes desnudas no eran de interés para los distinguidos visitantes, fueron estos conducidos hasta donde estaban unos galerones que antaño fungieron como tinacales y bodegas.
-Se va a proceder- volvió... a afirmar el Sr. Ministro de Agricultura y Fomento, a techar nuevamente todo esto y a acondicionarlo como es debido para dormitorio de los alumnos, para el comedor y las cocinas.
Como tampoco dichos edificios merecían más que un vistazo, siguió el recorrido por el plantel...7
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7Guillermo Castillo. Chapingo (evoluciones de un profesor de zoología).Pról. de Marte R. Gómez. México. [S/F], 1943, p.12. Ver también Marte R. Gómez. Vida política... op, cit. p. 37.
Por ese temor continuó la visita hasta que Villarreal fue interrumpido por Álvaro Obregón, quien dijo:
-Muy bien, muy bien, Sr. General. Díganos ¿está ya lista la comida?
-Ya está, Sr. Presidente.
-Pues vamos a comer. Será la única inauguración que hagamos8.
Una segunda inauguración se llevó a cabo el 20 de noviembre de 1923, fecha en las que tampoco estuvieron listas las instalaciones. La inauguración de cursos en la nueva Escuela de Chapingo se llevó a cabo, finalmente el 1º de mayo de 1924.
El enorme compromiso aceptado por Marte R. Gómez de dirigir la Escuela, implicaba preparar ingenieros que repartieran tierras, construyeran presas y canales, crearan nuevas variedades de semillas y plantas, fundaran instituciones de crédito y seguros para el campo, instruyeran al personal técnico para la nueva estructura administrativa estatal que apoyaría a los ejidatarios y a la agricultura nacional9.
El nuevo plan de estudios aprobado el 20 de febrero de 1923 por el Presidente de la República Álvaro Obregón, creó la carrera de Ingeniero Agrónomo, para cursarse en siete años; como complemento de estudios podrían especializarse en: Industrias Agrícolas, Agricultura, Irrigación o Ganadería. Para ingresar a la Escuela se pedía como requisito haber cursado previamente la primaria.
Para un mejor aprovechamiento del proyecto educativo, Marte exigía que los profesores fueran de tiempo completo y vivieran en Chapingo; que los planes de estudio fueran tan flexibles y prácticos que permitieran a los alumnos dominar algún taller agropecuario, que permitieran a quienes no concluyeran su carrera, dedicarse a tales talleres; así mismo, buscaba que Chapingo fuera autosuficiente económicamente, aprovechando los recursos agropecuarios y forestales de la finca, para lo cual crearía una cooperativa que fusionaría la de los alumnos con la de los trabajadores.
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8Guillermo Castillo. Chapingo... op.cit.pp. 12-13
9Edmundo Flores. Historias de Edmundo Flores. Autobiografía. 1919-1950. México, Ed. Martín Casillas Ediciones.
Su proyecto del Pueblo Cooperativo de Chapingo implicaba sustituir la explotación general de la hacienda por ser un sistema cooperativo cuyo núcleo sería el pueblo, pero cuyo radio de acción, sería todo Chapingo, excepto la parte destinada a las prácticas escolares, campos de experimentación y producción de semillas mejoradas y terrenos de las cooperativas de los alumnos, para así desterrar la explotación por administración. Planteaba también la construcción de su gallinero al lado del pueblo, al que le prestaría maquinaria, cajas de abejas y cuanto requirieran con objeto de modernizar la explotación de la tierra y preparar al personal para el nuevo pueblo, que serviría de modelo a las poblaciones circundantes 10.
El programa académico contempló y aprobó la contratación de maestros de primer nivel. Entre ellos destacaron: Gilberto Loyo (posteriormente fue ministro de Economía, Jesús Silva Herzog (fue Director de Petróleos Mexicanos), Eduardo Villaseñor (llegaría a ser Director de Banco de México) y, naturalmente, el propio Marte R. Gómez quien de 1923 a 1924 impartió la cátedra de Economía Rural, de Cooperación y Crédito Agrícola, y a la vez que funcionaba como emergente sustituyendo a profesores ausentes.
La reestructuración de los planes y programas de estudio llevada a cabo por Marte R. Gómez fue el primer paso serio dado en la organización de la Escuela. Equilibrando la teoría con la práctica y con la incipiente especialización de la Agronomía, surgió una nueva ciencia agronómica basada en la atención a los problemas sociales y económicos que demandaba la revolución; en los cuales la ciencia; la tecnología y la educación resultarían fundamentales para modernizar la explotación de la tierra, con lo que mejorarían las condiciones de vida de los campesinos.
El hombre libre y liberador demandado por Marte R. Gómez y sus planteamientos agrícolas y agrarios, finalmente respondieron a una política de Estado, al proyecto obregonista de modernizar al sector agrícola: mecanizándolo, mejorando plantas y produciendo para el mercado.
La tarea no fue fácil para los agraristas: los viejos maestros conservadores no aceptaron las nuevas ideas. Cuando un alumno preguntaba sobre la Reforma Agraria, respondían despectivamente: eso pregúntaselo a los "bolcheviques" de la Agraria. Se referían a los agrónomos que habían participado en la Revolución, que trabajaban en la Comisión Nacional Agraria, que dirigían la Sociedad Agronómica y que escribían en la Revista "Germinal" (revista de la Sociedad Agronómica financiada por la Secretaría de Agricultura).
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10Ibídem, p. 58.
Además de haberse preocupado por lo señalado anteriormente y de perforar pozos, para abastecer de agua a Chapingo, restituyéndole la suya al pueblo de Huexotla; de instalar tuberías para el agua potable, construir drenajes y el colector de aguas negras, y de otras muchas cosas más para dejar funcionales las instalaciones, contrató al genial Diego Rivera para que con el tema de la Revolución diseñara y pintara los murales de la capilla. También tiene relevancia el diseño de las puertas de madera bellamente talladas, una ubicada en la entrada de la capilla y la otra en la entrada del edificio principal. También dibujó la silueta y los adornos en azulejo todavía existentes en la fuente que se levantó en la glorieta del pueblo cooperativo de Chapingo11.
La ahora llamada Capilla Riveriana es considerada por los críticos de arte como una de las mejores obras del genial Diego Rivera. Sobre el trabajo de Rivera el ingeniero Gómez escribió:
A falta de más puedo ofrecerles a ustedes, de Diego Rivera, una versión que es original y no ha perdido frescura, a pesar de los años transcurridos, ya que tuve la ocasión, no solo de tratarlo sino hasta de vivir con él, puesto que los primeros meses de 1924, que fueron los del traslado de la Escuela Nacional de Agricultura, de San Jacinto a Chapingo, yo viví aquí a permanencia, durmiendo en catre de campaña que hice poner en lo que era entonces el dormitorio del Tinacal [...].
Fue precisamente esta, la revolución agrícola que normaron los egresados de esta escuela, la que, acabado el latifundio y creadas las condiciones propicias, como hoy por fortuna han surgido. Vaticinó Diego Rivera en esta capilla, con la enorme composición que cubre el muro contra el cual descansó alguna vez el altar del templo.
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11Marte R. Gómez. Episodios de la vida de la Escuela Nacional de Agricultura.México ENA-CP, 1976. p. 268 y Bertram D. Wolfe. La fabulosa vida de Diego Rivera. México, Ed. Diana. 1994. p. 211. Tanto las puertas como la Capilla "Riveriana" y el propio edificio que contiene estas magistrales obras se han ido deteriorando por el paso de los años y por los recientes temblores. Afortunadamente la actual Administración del Rector Víctor Manuel Mendoza Castillo se ha preocupado por restaurar y proteger tan preciadas obras de arte. En particular, es de reconocer la dedicación y el esfuerzo realizado en esta acción, del Biólogo Edmundo Pérez Godínez, encargado del Museo Nacional de Agricultura de Chapingo.
Se ve a espaldas al hombre, al Rector que contempla la marcha armoniosa de las fuerzas, al aire, la electricidad, el átomo diríamos hoy, que sirven para hacer producir la tierra.
La tierra está simbolizada, en la parte superior, por una mujer, la propia mujer del artista (Lupe Marín), cuya gravidez da testimonio de la abundancia que debe ser el premio de los esfuerzos y desvelos del buen agricultor. [...]
Diego Rivera pensó poner en los muros laterales, frente a frente, dos grandes concepciones: por una parte la tierra redimida, libre y con todos los elementos de la naturaleza y de la ciencia puestos a su servicio: la electricidad, el fuego y los elementos metereológicos, el viento, el agua y las palomas, que fueron siempre para él símbolo de la fraternidad ideal. Enfrente puso la tierra dormida, una mujer que no ha despertado todavía a los conceptos que deben ser los de una agricultura técnica, como la que ustedes han visto gestar en los laboratorios de la escuela12.
Para la crítica de arte Raquel Tibol, esta obra representa una de las expresiones del muralismo mexicano de mayor importancia.
La huelga de 1924
El 3 de noviembre de 1924 estalló la huelga de alumnos de la Escuela Nacional de Agricultura, fue un movimiento de gran aceptación política en la que Ramón P. de Negri y Marte R. Gómez fueron los blancos de ataques, financiando con recursos económicos de agrónomos que estaban en la Cámara de Diputados integrados a la corriente callista.
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12Marte R. Gómez. Episodios de la Escuela Nacional de Agricultura. México, Ed. C.P., 1976. pp. 268-270.
El motivo por el que inició la huelga fue intrascendente, lo que realmente importaba era desprestigiar a Ramón P. de Negri en su obra más brillante que podía presentar como fruto de su gestión: La Escuela Nacional de Agricultura.
Los alumnos arengados por el Presidente de la Sociedad de Alumnos, Marcelino Urrieta, (hijo del general del mismo nombre, que se levantó en armas contra el gobierno) protestaron por tres arrestos y cuatro plantones de los muchos que se les imponían en castigo a una falta leve de disciplina. Marcelino Urrieta, haciendo gala de energía y magnetismo, logró arrastrar a los alumnos al movimiento que rápida e injustificadamente llegó a la huelga tomando proporciones de escándalo, que por algunos días ocupó la primera plana de los periódicos.
En el momento más crítico del conflicto los alumnos tomaron el acuerdo de que si Marte R. Gómez regresaba al plantel, uno de ellos lo asesinaría:
...Uno de ellos, animado por un máuser, fue apostado frente a la puerta precisamente el día en que yo tenía que regresar después de que el Ministro de Negri me llevó a tratar el caso con el Presidente de la República.
Fue la primera vez que un Presidente de la República me invitó a pasar con él al salón Turco y me convidó una taza de café. Lo hizo el General Obregón, estoy seguro, para hacerme sentir que tenía toda su confianza y me apoyaría, como él sabía hacerlo, con toda la mano. Le dio a de Negri el acuerdo de que de no volver los alumnos a la disciplina, clausurara el plantel. Yo le dije entonces que regresaría solo a Chapingo, que estaba seguro de que no me harían nada, pero que en todo caso le haría frente a la situación con entereza y sin intentar ejercer ninguna violencia, porque no era esa la forma como yo podía reivindicar mi autoridad moral.
Obregón me sonrió, me tendió la mano, me la apretó...13
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13AP/MRG/1924.
Viejos conocidos de Marte R. Gómez, como Gilberto Fabila, Miguel Yépez y Solórzano Gómez, organizaron y financiaron a los alumnos que se fueron a huelga. Con ingenio magistral el ingeniero Gómez narra los sucesos:
Primer Round. Viernes noche.
El presidente de la Asociación de alumnos pide la destitución de un jefe de alumnos y el retiro de algunos castigos; el director contesta negativamente. Round de reconocimiento, tablas.
Segundo Round. Sábado noche.
Presidente sociedad alumnos publica documento subversivo y presenta condiciones conminatorias, que Marte R. Gómez rechaza y ordena suspensión de función de cine. Round tablas.
Tercer Round. Domingo mañana.
Marte R. Gómez expulsa definitivamente a Genaro Jiménez y Sánchez, y cesa como preparadores a Ciro González y Marcelino Murrieta. Round de Gómez.
Cuarto Round. Lunes mañana.
Cuatro alumnos presentan oficio a Gómez pidiéndole a nombre de los alumnos su renuncia inmediata. Gómez expulsa a dos de los firmantes y dos de los portadores del oficio. Round de Gómez.
Quinto Round. Lunes noche.
Alumnos se reúnen duera del plantel por ser día festivo (3 de noviembre) y acuerdan iniciar la huelga. Round de huelguistas.
Sexto Round. Martes mañana.
Gómez informa sucesos al Ministerio y alumnos inician campaña de escándalo en la prensa. Fabila y Yépez se presentan en la Secretaría de Fomento y pidiendo a de Negri la destitución de Marte R. Gómez. El señor de Negri no contesta. Round tablas.
Séptimo Round. Miércoles.
Alumnos se presentan con diputados confederados y esos les ofrecen su ayuda y les recolectan fondos, $5,000.00 para sostener movimiento. Round de alumnos.
Octavo Round. Jueves.
Alumnos disidentes ponen al Secretario plazo conminatorio hasta las cinco de la tarde para que se resuelva su petición.
Presidente de la República en acuerdo reglamentario, ordena que se conceda plazo prudente para que regresen a clases los alumnos; causando baja automáticamente, en caso contrario. Round de Gómez.
Noveno Round. Viernes. Comisión de Senadores delahuertistas y floristas se acercan al presidente de la República abogando por los alumnos disidentes y ordena ampliar el plazo para el regreso a clases hasta las 12:00 horas del lunes. Round de Gómez.
Décimo Round. Lunes. José P. Peralta interviene a favor de los huelguistas que ya se disponen a regresar a clases y les ofrece ganar su causa. Se presenta con ellos en Chapingo diciéndoles que es representante del Presidente de la República y del general Calles y solicita retiro de prefectos. Gómez no acepta, alumnos huelguistas entran al plantel obedeciendo a sus líderes y el director resulta por unas horas ser un pelele. Se retira a sus habitaciones. Round de alumnos. Al sonar la campanilla, Gómez está a punto de ser noqueado.
Undécimo Round. Martes por la mañana. Gómez se presenta al Ministro de Negri con la renuncia, que no le es aceptada. El Subsecretario trata, en nombre del Ministro, hacerles ver a los alumnos su impropia actitud, pero estos se muestran intransigentes y no lo escuchan. Round tablas.
Duodécimo Round. El Presidente de la República en acuerdo matutino ordena la clausura de la escuela. Gómez regresa al plantel y comunica la disposición a los alumnos, reteniendo solo a los que durante el movimiento han tenido una actitud de disciplina. Knock out14.
Su proyecto educativo quedó interrumpido con este conflicto que realmente no tuvo una justificación, porque en una institución, si no existen la disciplina y el respeto a la comunidad, no pueden lograrse los cambios que esta administración se propuso.
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14Marte R. Gómez.Vida política...op.cit. pp. 42-43.
Al final el Ingeniero presentó su renuncia a don Ramón P. de Negri en los siguientes términos: "Desde que los alumnos de la Escuela Nacional de Agricultura se declararon en huelga, me permití manifestar a usted mis deseos de separarme de la dirección, que por casi dos años he desempeñado, tan luego como se solucionara el conflicto y mi actitud no pudiera, por lo tanto, interpretarse como la de un cobarde que abandona su puesto en la primera dificultad.
Ahora bien, como los alumnos ya regresaron al plantel ayer por la noche, juzgo que ha llegado ya el momento de presentar, como lo hago, mi renuncia irrevocable. En el concepto de que hoy más que nunca estimo y agradezco las consideraciones con que usted me distinguió; y de que si renuncio, es solo porque la injusta actitud de los alumnos de agricultura ha resfriado mis entusiasmos por la obra de Chapingo, y porque honrado como siempre he sido, me siento incapaz de ganar un sueldo por desempeñar trabajos en los que no pondría mi entusiasmo ni mi fe15".
No sin grandes apuros salió avante de una huelga sostenida por sus propios compañeros agrónomos; pero paradójicamente, día con día, Ramón P. de Negri se distanciaba más de Álvaro Obregón y consecuentemente de Plutarco Elías Calles, quien finalmente decidió llamar al Ing. Luis L. León, para ocupar la dirección de Agricultura; ello, a pesar de que Ramón P. de Negri y el propio Marte R. Gómez se convirtieron en los más entusiastas y activos del Comité Pro-Calles, para lo cual Ramón P. de Negri hizo que salieran de Agricultura hasta máquinas de escribir para apoyar la campaña.
La maniobra de los enemigos de de Negri había surtido el efecto esperado, había quedado en entredicho su obra más brillante que podía presentar como fruto de su gestión: La Escuela Nacional de Agricultura.
Revista "Germinal"
El 21 de noviembre de 1924, el semanario "Germinal", órgano de la Secretaría de Agricultura, publicó un editorial y una caricatura que atacaban a la Secretaría de Relaciones por haber realizado un fastuoso baile con el que se inauguró el nuevo edificio de dicha Secretaría.
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15AG/UACh.
El editorial hacía una aguda crítica por la decisión de la Secretaría de haber invitado a la vieja aristocracia porfiriana a alternar con la nueva burguesía y la nueva aristocracia posrevolucionaria. Situación que dividió a los elementos del gobierno en dos facciones: los que como Marte R. Gómez, condenaban la reconciliación y los que aceptaron la confraternidad con la aristocracia porfirista.
Como el escrito causó revuelo en el medio político, se afirmaba que el presidente Álvaro Obregón pediría la renuncia a P. de Negri como Secretario de Agricultura, si antes no se apersonara un valiente que se responsabilizara del artículo aparecido en la Revista "Germinal". Aunque el autor fue el Ing. Manuel Meza Andraca, Marte R. Gómez asumió la autoría con la consiguiente consecuencia: su renuncia como Director de la ENA y como Consejero de la Comisión Nacional Agraria.
El sacrificio de Marte R. Gómez no impidió que Ramón P. de Negri continuara en su cargo durante el gobierno callista, como era su deseo; concluyendo el gobierno de Álvaro Obregón tuvo que renunciar a la Secretaría, cargo que ocuparía el Ing. Luis L. León. De su actuación, Marte R. Gómez dice lo siguiente:
...yo tenía razones suficientes -mi contacto profesional con los agrónomos-, para saber que la suerte de don Ramón P. de Negri estaba echada, pero quise corresponder con un gesto de lealtad a todas las atenciones que conmigo había tomado, y dije sencillamente:
Dígale usted que soy el único responsable de "Germinal" y acepto las consecuencias de lo publicado.
Al principio don Ramón estuvo indeciso, pero sus otros colaboradores, especialmente Carpio, su secretario particular, insistió en que el gesto era salvador, y entonces yo, para cortar por lo sano, descolgué el audifono de la red privada, marqué la Secretaría Particular y le pasé el aparato a don Ramón P. de Negri16.
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16AMRG/AP/1924.
Además del editorial, también causó revuelo una caricatura que apareció en primera plana, la que igualmente satanizaba el fastuoso baile. En ella se encontraba la entonces famosa celestina, a quien se conocía con el nombre de pila de La Metates, que ofreciendo su mercancía de muchacha de la vida alegre se movía en la fiesta, paseándose como en su propia casa, por los pasillos de la Cámara de Diputados.
Dicha caricatura, elaborada por Guillermo Castillo, además expresaba características de una distribuidora de carnes frías. Finalmente, en el pie de la imagen se elaboró una leyenda que remarcaba aún más lo expresado por el caricaturista: "La señora metates preparándose para ir al Baile de Relaciones".
Como la expresiva caricatura causó molestia entre altos fincionarios como el Lic. Aarón Sáenz, Secretario de Relaciones, y del Ing. Alberto J. Pani, Secretario de Hacienda y Crédito Público, el Presidente Álvaro Obregón, indirectamente, le señaló a Ramón P. de Negri, Secretario de Agricultura, que si no aparecían culpables directos de la publicación le pediría su renuncia17.
La huelga de la ENA se había resuelto, pero en la derrota de los huelguistas se manifestó la liquidación de Marte R. Gómez, aun cuando restableció el principio de autoridad, perdió la simpatía de los alumnos; por lo que consideró inconveniente estar al frente de la Escuela, situación que lo orilló a tomar la decisión de hacerse responsable del editorial, de la caricatura y de la leyenda, sacrificio que resolvía su problema en la ENA y demostraba lealtad a Ramón P. de Negri, quien al mantener su cargo abrigaba esperanzas de que el siguiente Presidente de la República -Plutarco Elías Calles- lo ratificara como Secretario de Agricultura.
A pesar del empeño mostrado por Marte R. Gómez por impulsar su proyecto de Escuela, no pudo concluirlo. La obra de Marte no fue reconocida en su momento, pero conforme pasaron los años más se engrandecía. Hasta los más escépticos y los que lo atacaron buscaron la orientación del Maestro; porque tuvo el mérito de haber sentado las bases de la enseñanza agrícola moderna, que llevó en su momento a la Escuela Nacional de Agricultura de Chapingo a ser reconocida como la mejor de su ramo en latinoamérica.
Estudiosos de la obra de Marte R. Gómez y su esposa, la Maestra Hilda Leal de Gómez, coinciden en afirmar que el ingeniero sólo tuvo dos orgullos en su vida (además del familiar); uno ser gobernador de su estado natal Tamaulipas, y el otro, haber sido Director de la Escuela Nacional de Agricultura.
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17Idem.
Después de presentar su renuncia, recibió un sinnúmero de telegramas y cartas de apoyo de sus amigos, como la que le envió el Ing. Luis L. León, que como es evidente, le levantó los ánimos.
Es usted la misma sencillez, la propia modestia. Es usted el hombre que vive en casa de cristal. Es usted demasiado severo para juzgarse y harto piadoso para juzgar a los demás.
Usted fundó Chapingo, la Escuela Nacional de Agricultura, fue usted su cerebro, su alma, su corazón. En ella dejó usted los rasgos de su alta moral y lo mejor de su vida, a ella consagró todos los esfuerzos de su hermoso y gran carácter... Lanzó usted al mando una flor nueva, de precioso matiz y de aroma tan delicado que parecería mera ilusión de olfato.
Nadie puede regatearle a usted el cariño que en ella puso, ni el entusiasmo que movió todos sus actos, ni la honradez de sus acciones, ni la inteligencia de sus procedimientos... Fueron con usted muy injustos y muy ingratos; le destrozaron un pedazo de su vida, un ritmo de su corazón; y sin embargo, al fin alma fuerte, no guarda usted ningún resentimiento... ¡y luego se pregunta usted por qué lo queremos!...18
Posteriormente el ingeniero Gómez regresó a la Escuela Nacional de Agricultura como asesor del "Plan Chapingo", la Sociedad Agronómica siempre lo reconoció como su consejero y maestro, jamás estuvo desligado de sus actividades del campo, de los nuevos avances científicos de la agricultura y no olvidó nunca a su querida Escuela Nacional de Agricultura.
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18Marte R. Gómez. Vida política... op. cit. p. 62.
En 1944, el Ingeniero Gilberto Loyo, Director de Chapingo, le organiza un homenaje, en su discurso hizo una semblanza de su obra:
Estamos en un concierto sinfónico y un grupo de señoritas ofrece a un hombre un laurel de plata. Y ahora, el rumor de Chapingo, el rumor de los bosques de Chapingo, de la juventud de Chapingo, de los laboratorios, de las aulas, de los jóvenes marciales de Chapingo, de los austeros maestros de Chapingo, que las generaciones pasadas, presentes y futuras eleven un himno de reconocimiento y gratitud a un hombre. ¿Qué ha hecho ese hombre? Ha hecho una escuela y ha mejorado una escuela19.
Ante las distintas muestras de reconocimiento y gratitud al que fuera un guía, un maestro, un ejemplo para los agrónomos y amigo de los campesinos, Marte improvisó unas palabras:
Quiero decirles a ustedes que cuando me hice cargo de la Dirección del plantel, apenas a 5 años de titularnos, y cuando el país se encontraba en el momento más dramático de la Revolución, siempre pensé que debía tener la audacia y la decisión que se requieren para romper viejos moldes, para aniquilar el pasado y para poner la proa resueltamente hacia el porvenir. Así lo hice, y por eso está Chapingo donde está, y por eso las primeras generaciones que me tocó encauzar en la lucha por la vida, salieron al ejército profesional con un claro concepto del deber y con una idea levantada de lo que tiene que ser su misión en el campo de la agricultura mexicana.
De entonces acá, nunca he dejado de sentirme ligado espiritualmente a la Escuela Nacional de Agricultura, dentro y fuera del país, empuñando mi bastón de mando o arrastrando el bordón de peregrino, siempre he creído que aquí he dejado lo más caro de mis afectos y lo más fecundo de mi obra.
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19Archivo General de la UACh/Expediente Marte R. Gómez.
Los hombres maduros podemos hacer muchas cosas por la juventud, pero probablemente, lo más definitivo y antagónico que realizamos es envejecer, cuando las canas empiezan a teñir nuestra frente, cuando las arrugas dejan sentir los estragos de los años, es tiempo que pensemos en la juventud, y yo deseo que cada uno de ustedes, cuando haya recorrido el camino de su existencia y hayan realizado una mejor obra que ésta; tengan quien se las recompense, como ustedes lo hacen conmigo.
Los hombres de trabajo no esperamos para nuestra obra, otra recompensa que la gratitud, y esto es lo más grande que la vida puede ofrecerles, gracias pues, desde lo más profundo de mi corazón20.
Tuvo que retirarse precisamente cuando estando a punto de terminar en su primera etapa lo material, había ya llegado el momento de imprimir la orientación espiritual a muchas cosas que posiblemente todavía están inconclusas.
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20Ibid.
