Denuncia infundada: el problema de la fiebre aftosa
Muy temprano, obedeciendo a hábitos disciplinarios que semejaban instintos de rutina, Marte se levantaba y se dirigía al baño a desafiar el agua fría. Una vez aseado se enfilaba como posesionado, atraviesa la puerta, se acomoda en el asiento de su mesita de trabajo y se dispone a deslizar la pluma 1.
El trinar de los pájaros y el bullicio de los animales, la actividad febril de las labores de la huerta servían de ejemplo a su quehacer. Era el momento adecuado para verter las ideas preconcebidas. Su disciplina para consultar sus fichas y documentos bien ordenados, parecían no dejar lugar a la improvisación, a menudo consignaba un apunte literario que le daba más fuerza a sus planteamientos.
La erudición, una privilegiada memoria, su rigor en la objetividad, permitían rescatar a cada momento el dato preciso en el paisaje oportuno.
El desfile de los pizcadores de limón no podían distraerlo de sus disertaciones que iban de una carta familiar, la contestación esporádica al sinfín de amigos como Diego Rivera o el general Lázaro Cárdenas, la discusión fogosa con grandes intelectuales como José María González (el famoso Abate), Jaime Torres Bodet, Ramón Beteta o el literato Rodolfo Usigli, los apuntes para una publicación futura, la opinión critica de cualquier tipo de proyecto, en especial los de temática agrícola, la polémica ; en fin desde los comentarios puntuales a un libro de reciente aparición, hasta la búsqueda o adquisición de un libro agronómico que por su valía -como joya histórica o por su vigencia- le solicitaba a diferentes libreros con los que mantenía contacto.
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* Profesor-Investigador del Departamento de Sociología Rural y del Programa de Investigación en Historia del Centro de Investigaciones Económicas, Sociales y Tecnológicas de la Agroindustria y la Agricultura Mundial (PROIH-CIESTAAM) de la Universidad Autónoma de Chapingo.
1 Entrevista con la Señora Hilda Leal de Gómez, el día 13 de junio de 1996, en la Ciudad de México, D.F., hecha por José Alfredo Castellanos Suarez. Programa de Historia Oral (PHO). Agrónomos (A). PROIH-CIESTAAM,UACh.
Aquellos tres años en su Rancho de Glera 2 sirvieron de refugio a Marte R. Gómez y a toda su familia, como táctica de ostracismo político, a modo de alejarse de la actividad pública y guardar distancia con el gobierno del licenciado Miguel Alemán. El ingeniero estaba molesto porque el Poder Ejecutivo intervenía para mesurar comentarios y exigir pruebas judiciales respecto de las acusaciones que se le hacían de ser responsable de la introducción de la fiebre aftosa que costo la perdida de miles de cabezas de ganado vacuno.
Los atacas que se concentraron en la Cámara de Diputados en 1946 eran virulentos, en especial del medico veterinario Pablo Muñoz Gutiérrez quien propuso que se expropiara los bienes de Marte R. Gómez, lo acuso de traidor a la patria y dijo: “propongo al mismo tiempo que la presa que lleva el nombre de este exfuncionarios, sea cambiado…"3 Ante la seria de ataques, Marte procedió con frialdad y entereza, primero el reclamo al Lic. Francisco González de la Vega, en su calidad de Procurador de Justicia de la Nacional, el no haberlo recibido en marzo de 1947; luego le pidió que se acelerara el tramite judicial en su contra, que se había iniciado en diciembre de 1946, en el que todavía no se formulaban cargos en su contra; a continuación recordó que en su asunto había prescrito, no obstante hizo patente de los beneficios de la prescripción" 4.
Para no dejar el menor asomo de duda, el ingeniero Gómez escribió un libro en forma de alegato documentado a su favor para desentrañar su verdadera participación en la epidemia de la Glosopeda, le tituló: La verdad sobre los cebúes, conjeturas sobre la aftosa 5. El argumento era contundente puesto que el Dr. Guillermo Quesada Bravo, entonces director General de Ganadería, falsifico documentos, con lo cual implico al Secretario de Relaciones, Francisco Castillo Nájera, al embajador Brasileño en México, incluso a jefes de Estado, así como a una serie de personajes políticos y militares (Romeo Ortega, Lázaro Cárdenas, Rubén Navarro, Getulio Vargas, Antonio Espinosa de los Monteros, Manuel J. Tello y Sebastian Sampaio). Incluso dudaba que la epizootia fuese introducida por los cebúes brasileños, puesto que al llegar a costas mexicanas sin el permiso correspondiente, se les tuvo en cuarentena en la isla de los Sacrificios, Ver.; solo después-incluso en el régimen siguiente- se accedió al permiso necesario, por ende no se esclarece el origen de la enfermedad6.
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2 El equivalente a Llera, Tamaulipas, que es el poblado más próximo. En su acepción femenina cascajar es el sitio en el que se deposita un conjunto de piedras o donde se hallan frutas de cáscara seca.; aunque podría tratarse del cascabillo o cáscara del trigo o la cebada.
3 El Universal. México. 9 de diciembre de 1946.
4 El Nacional. México. 31 de octubre de 1947.
5 Marte R. Gómez. La verdad sobre los cebúes, conjeturas sobre la aftosa. México, Talleres Gráficos de Manuel Casas, 1948
6Novedades, México, 22 de mayo de 1948.
Incluso en 1947 el Gobierno de Cuba le ofreció a Marte R. Gómez la Gran Cruz del Mérito Agrícola a Industrial, en consideración a su capacidad técnica. La cámara de Diputados se volvió otra vez centro de discusiones, porque el Senado de la República trató el asunto. La Gran Cruz fue concedida a través del embajador mexicano.
Todo el escándalo hecho con el único fin de medrar su carrera política, incluso de tipo presidencial, que Marte no buscaba, por su capacidad llegaban los ofrecimientos a él. Era una forma de dar a entender que no le interesaban los puestos públicos, ni dependía del presupuesto estatal y bien podía vivir del rancho de 40 hectáreas productor de limón que cosechaba con ayuda de pizcadores, transportando en camiones el producto hacia Laredo, Texas, E.U.; y con cosecha de naranja contratada con la casa comercial T.A: Austin & Company que se encargaba de la comercialización. 7
Cuando las circunstancias lo requerían Marte Rodolfo se esmeraba en el trabajo agrícola, aplicaba sus conocimientos agronómicos y sacaba adelante la producción, cuidando que las heladas no dañasen los naranjos, que el tomate y la caña estuviesen en buenas condiciones. Por su parte, los niños iban a la escuela del pueblos, entre vacas, borregos y caballos -recuerda con alegría algunos pasajes de su infancia la señora Esther Gómez- y haciendo todo lo que hacían los niños del campo y de los ejidatarios y del pueblito que estaba cerca.” 8
Momentos significativos, puesto que “cuando nos fuimos al rancho -añora la señora Hilda Leal, allá yo estaba fascinada por que estaba toda mi familia, vivía mi papá, pues yo quería disfrutar a mi familia y él estuvo encantado trabajando, siempre trabajando…”9
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7 Marte R. Gómez, Vida política., op.cit. T.II,p. 913.
8 Entrevista a la Sra. Esther Gómez Leal, el día 29 de mayo de 1996, en la Ciudad de México, por Alfonso Figueroa. Álvaro González y Marcelo González. PHO. A. PROIH-CIESTAAM. UACh.
9Entrevista a la Sra. Hilda Leal de Gómez.
La empresa Worthington
Los amigos de Marte, que eran bastantes, no compartían sus puntos de vista; el más pertinaz de ellos, el señor Sepúlveda, le decía: “mi Marte no puede quedarse aquí en el rancho; Marte, usted tiene que venir a México, vengase a México, estamos arreglando…”10 y en efecto, estaban arreglando un negocio muy atractivo. De modo que no tardaron en darle la sorpresa, el propio Sepúlveda y Pepe Escudero, fueron los enlaces con la compañía fabricante de equipo y bombas de pozos profundos de origen estadounidense Worthington Pump & Machinery Corporation, cuya matriz estaba en New Jersey y contaba con una centuria de antigüedad.
Un grupo de empresarios mexicanos y el propio Marte R. Gómez consideraban que era indispensable sustituir importaciones y promover inversión mixta con compañías extranjeras (incluidas las de tipo monopólico), para producir en México de manera mas económica lo que había que importar y costaba salidas de divisas. 11
Fue así como se formó una sociedad de conversión en la que participaron “varios agrónomos amigos de él, entre ellos Pascual Gutiérrez, estaba un amigo íntimo de él que era español pero que había comenzado a trabajar en Tampico, Don Jerónimo Arango, que lo quiso mucho; y entonces ya hombres de negocios como Carlos Truyet, Iturbide, Raúl Balleres, entonces se hizo un grupo muy bonito y pues trabajaban…” 12
La buena nueva se la dio el señor Sepúlveda: “ingeniero, ya hablé con los americanos y dicen que están dispuestos, siempre y cuando usted funja como director de la empresa.”13. Marte sería accionista y Presidente Ejecutivo de la empresa Worthington de México, S.A. de C.V., con domicilio en Felipe Carrillo Puerto No. 422 de la Ciudad de México. En agosto de 1949, se alistaba para ponerla a funcionar.
La condicionante de que la dirección recayera en el ingeniero Gómez no era asunto de amiguismo, sino que se debía a su trayectoria política que lo relacionaba con el gobierno y por su capacidad profesional probada, que era reconocida en México y aún más en el extranjero.
Para entonces sus relaciones con el gobierno de Miguel Alemán ya no estaban tan frías ni distantes.
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10 Loc. cit.
11Marte R. Gómez, Vida política., op.cit. T.I,p.1049 y T.II,p.14.
12 Entrevista a la Sra. Hilda Leal de Gómez.
13 Entrevista con la señora Hilda Gómez Leal, realizada el 29 de mayo de 1996 en la Ciudad de México, por Alfonso Figueroa. Álvaro González y Marcelo González. PHO. A. PROIH-CIESTAAM. UACh.
En enero de 1950 el presidente Alemán le encargó elevar la petición ante el Comité Olímpico Internacional, la sede para México de los Juegos Olímpicos. El Ingeniero Marte contestó que las posibilidades eran remotas; aun así se trasladó a Paris, en su calidad de Miembro del Comité Olímpico Internacional, e hizo su mejor esfuerzo, ya que sabía que tal posibilidad no se lograría pero lo importante era dejar el precedente para futuras ocasiones.
En 1950 la empresa Worthington estaba lista para funcionar con un capital de cuatro millones de pesos, tres de los cuales eran capitales comunes entre los inversionistas mexicanos y una aportación importante de la matriz estadounidense, mientras que nacional Financiera aportaba un millón de pesos en acciones preferentes. Se lograba que la Secretaría de Hacienda eximiera de impuestos y se les permitiera importar – sin pago de derechos los bienes no producidos en el país - . Aunque el ingeniero Gómez le externaba al licenciado Ramón Beteta, Secretario de Hacienda, su preocupación por la promoción que realizaba por ese entonces la Fairbanks-Morse para brindar crédito por quince millones de pesos a los adquirientes de equipo de irrigación, que bien le parecía una especie de sabotaje para la compra de bombas de pozos profundos, y no justamente de la Worthington.
Marte se comportó suspicaz, ya que daba la casualidad que lo del crédito ofrecido por la Fairbanks-Morse coincidía con la situación de que el departamento e agricultura de Austin, Texas, decretaba medidas fitosanitarias para impedir la entrada de cítricos que no se embarcaran en carros de ferrocarril cerrados y sellados. Desde luego que esto afectaba al Ing. Gómez puesto que la franja capitalizaba los esfuerzos inversionistas de la nueva fábrica. 14
A esto se le agregaba el hecho de que en el mes de octubre de 1950 el diario “Zócalo” había tachado a Marte R. Gómez de Henriquista; éste propuso que no era cierta la inferencia de una muestra de ingratitud o de distanciamiento con el presidente Alemán, dado que el gobierno lo había apoyado moral y económicamente (refiriendo al caso Nacional Financiera) para la organización de la fábrica de bombas, por lo cual, se sentía en deuda con el Presidente de la República. 15
La actividad administrativa con la fábrica le brindó un valioso espacio que fue aprovechando para leer y escribir mas ( no solo a los remitentes), sino que fueron apareciendo publicaciones como La Gracia de los Retratos Antiguos, en la que se desenvolvió como editor y prologuista16.
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14Marte R. Gómez, Vida política., op.cit.T.I.p. 913. En abril de 1953 comenta que tiene contratado un préstamo a modo de incrementar su inversión en la fábrica. Estaba esperanzado en una buena cosecha en su granja. Ídemp.1014, con respecto a las sospechosas medidas fitosanitarias, solicita al gobierno de Alemán se le autorice representatividad para que en compañía de los agricultores negociar el asunto. A esto debía agregarse un asalto prepetrado en su domicilio. Ibíd. p. 920.
15Idem. p. 925
16 La obra fue editada en México, en el año de 1950, por Gráfica Panamericana.
Todo estaba preparado para el bautizo formal de la fábrica Worthington de México, el 14 de mayo de 1951 se hizo la gran inauguración presidida por el licenciado Miguel Alemán Valdez, jefe del Ejecutivo Federal, y una serie de personalidades oficiales, de la banca y de la industria. “Quiero decirle- agrega la vuida del ingeniero Gómez, la señora Hilda Leal- que la fábrica la inauguró Miguel Alemán… y todos sus ministros hablaron maravillas de Marte R. Gómez. Se les había olvidado ya todo [se refiere a las discrepancias]. Al inaugurar Worthington de México -dice emotiva- fue un fiestón maravilloso. Hablaron de Marte R. Gómez, se olvidaron de lo demás. Y no fue mas que flores de esto y lo otro. Pero a él, mi marido, le fue de maravilla, porque el gobierno hizo pedidos, pedidos y pedidos. Entonces Worthington floreció desde ese momento” 17.
El negocio marchaba bien y prueba de ello es que la helada de 1951 que afectó al rancho de Glera, pudo superarse gracias a los dividendos obtenidos de la fábrica.18
Empresario y político de Estado
A partir de 1953, con la llegada del nuevo Presidente de la República, licenciado Adolfo Ruiz Cortínez, las cosas pintaron de manera diferente. Como no hay mal que por bien no venga, en el mes de febrero de 1953, después de desplegar ardua actividad en las oficinas de la fábrica, Marte R. Gómez sufrió un ataque cardiaco, que de inmediato fue atendido por el eminente cardiólogo Ignacio Chávez.
El nuevo gobierno tenia deparados nuevos planes a Marte Rodolfo, una vez que recuperara la salud. Para empezar, le nombraron Presidente de los VII Juegos Centroamericanos y del Caribe, que se llevaron a cabo al año siguiente, con suma eficiencia y a beneplácito de los visitantes (que temían que en México se les alterasen marcas y resultados).
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16 La obra fue editada en México, en el año de 1950, por Gráfica Panamericana.
17 Entrevista con la señora Hilda Leal. El único gran ausente fue el general Manuel Ávila Camacho, quien tenía por norma no hacer acto de presencia en eventos públicos. Vida política, op. cit., Tomo I. p. 945.
18 Idem. p. 937.
Claro que hablando de resultados, el ingeniero tuvo unos muy concretos -aunque no precisamente en el ámbito deportivo-, puesto que el prólogo y las notas redactadas para el segundo tomo del diario de viaje de Justo Sierra O´Reilley vieron la luz en 1953, en el libro titulado: Libro de mi viaje por los Estados Unidos; en el mismo año aparecería como autor de su libro: Aciertos y equivocaciones, luces y sombrar de la Reforma Agraria de México, temática que era y seria la pasión de Marte19.
La presencia de Marte R. Gómez era cada vez más indispensable para el gobierno, sobre todo por ciertas dificultades que se presentaron en la actividad económica del país, puesto que la Guerra de Corea había concluido y la coyuntura de bienestar se esfumaba, la recesión también afectaba a México y evidenciaba problemas estructurales en el aparato productivo: habiendo exceso de productos de exportación la balanza de pagos era mas deficitaria en otras palabras: se importaba más de lo que se exportaba y los productos del país no eran competitivos en el mercado mundial20.
Para ello fue convocado con urgencia el ingeniero Gómez, quien solo acepto fungir como presidente -con cargo honorífico- del Consejo de Fomento y coordinación de la Producción Nacional, un organismo planificador de estrategias productivas. ”Lo llaman de la presidencia, habíamos ido a Los Ángeles, él quería que yo conociera [acota la señora Hilda Leal], y acabamos de llegar -ya era una llamada de la presidencia, y el, era su trabajo por que estaba haciendo un recorrido y tomando fotos…y habló y le dijeron: es que el señor Presidente quiere hablar con usted, regrese lo mas pronto que pueda; y nos venimos y cuando llegó se puso a las órdenes del Presidente y era para darle trabajo…[era de rango] Consultivo, que tenia categoría de Ministro o más.” 21 No en balde el régimen ruizcortinista, durante el sexenio, tuvo un gran crecimiento global del 45%, cuyo principal sostén fue la agricultura con un crecimiento del 57%. Era el momento álgido del pensamiento de Marte R. Gómez como ideólogo de la corriente de la revolución agrícola (cuyo complemento fue la revolución verde iniciada años atrás), una vez consumada la revolución agraria con motivo del reparto masivo de tierras, la etapa superior del proceso -afirmaba categórico- que inició con la revolución mexicana, era el uso de la tecnología, maquinaria y obras hidráulicas, por eso la nueva etapa era definida como revolución agrícola. Incluso como empresario podía afianzar dicha revolución, al incorporar las bombas para pozos profundos (que era el desenlace del pensamiento sonorense de Obregón y Calles).
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19 El primer libro fue editado en México por la Librería de Manuel Porrúa. El segundo fue publicado por Impresiones Beatriz Silva.
20 José Alfredo Castellanos Suárez. “Expansión del Capitalismo monopolista en México”. En Los Díaz sin tregua, México, Universidad Autónoma Chapingo, 1995. p. 216. Novedades. México, 28 de marzo de 1995.
21Entrevista con la señora Hilda Leal. En dicho Consejo participaban Rodolfo Elías Calles, Evaristo Araiza, Alfonso Cardoso, Eugenio Garza Sada, Fidel Velazquez, Ernesto Ayala, Virgilio Galindo y Agustín Legorreta. Biblioteca Sebastian Lerdo de Tejada. Exp. Marte R. Gómez. 28 de julio de 1954.
Por cuanto a mí, sigo con mas interés el proceso técnico de la agricultura mexicana, y créame usted [le dice al ingeniero Alejandro Quesada, de la Junta de Reconstrucción y Fomento Industrial del Cuzco, Perú] que no me siento ni pesimista ni desconsolado. Dedicado a la industria, no dejo de creer que el aumento de nuestra producción agrícola es requisito de adelanto para todos y condición de la buena industrialización de nuestra patria; veo por eso con agrado que el 13.3% que representa la producción agrícola de México en 1940, se haya convertido en 14.1% en 1950, llevando todavía signos de crecer. Del mismo modo que agrada mucho que nuestras importaciones de maquinaria Agrícola de los Estados Unidos de Norteamérica –me gusta mucho más, por supuesto que utilizáramos mayor número de máquinas, pero también fuéramos capaces de producirlas en nuestra patria- hayan representado, en equipos agrícolas en general alrededor de diez millones de dólares anuales en los últimos años22.
Había una variante especial en su pensamiento, deseaba que la revolución agrícola comenzara en los ejidatarios y llegara a los pequeños propietarios, sin descontar a los empresarios agrícolas. No era fortuito que de 1952 a 1958 la base del desarrollo no se sustentara en el sector externo, sino que tuvo por base el mercado interno, en la capacidad de compra amplia (eso lo aproximaba al pensamiento cardenista, a cuyo representante siempre profesó simpatía, respeto y admiración profunda). El era firme creyente de las inversiones extranjeras complementarias y con capital mixto, de la sustitución de importaciones, de la industrialización, del fortalecimiento del sector primario, del Estado benefactor que apoyaba con subsidios para el arranque de las actividades, pero discrepó de la capitalización vía subordinación agraria que descapitalizaba a los sectores más pobres del campesinado. En este sentido se autodefinía como mansión consecuente, preocupado por el bienestar humano. 23
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22Marte R. Gómez. Vida politica, op. cit., Tomo I, p. 1049.
23Marte R. Gómez. Vida política, op. Cit., Tomo II. pp. 14-15.
Para hallar raíces a sus posiciones, en 1955 públicó el libro La cuestión agraria en los primeros Congresos del México independiente. 24
La preocupación mostrada por la situación agraria y por la agricultura mexicana, así como los resultados obtenidos en su desempeño como empresario, convencieron al embajador de este país en Italia, Ramón Beteta, a proponerlo como candidato para dirigir la FAO, en virtud de que el gobierno italiano favorecía la idea de que fuera Marte R. Gómez.
La preocupación enciclopédica del ingeniero Gómez y su gusto por las artes lo volvieron una especie de mecenas para ciertos artistas, en especial de Diego Rivera. En 1956 sugirió al señor Rodrigo Gómez, director del Banco de México, la adquisición de la colección de Frida Kahlo a modo de consolidad la casa-museo que se acondicionaba para tal efecto. Dos años después sería invitado a pronunciar uno de los discursos en el acto de inauguración. Marte contaba con una de las colecciones de arte más importantes en México. 25
Su pasión por la agronomía y la historia le impulsaban a hacer sugerencias a la Escuela Nacional de Agricultura para la adquisición de materiales importantes (incluso le donaba libros), o adquirir bibliotecas particulares de prestigiados agrónomos ya muertos para enriquecer acervos en determinadas temáticas. También proponía a empresas privadas- como la Aseguradora Anáhuac- que financiaran la labor de microfilmar el Archivo de Indias en lo relativo a la historia del país.
El gobierno de Ruiz Cortinez estaba en sus postrimerías y unos meses antes de que Marte presentara su renuncia a la Presidencia del Consejo de Fomento y Coordinación de la Producción Nacional, en 1958 propuso la construcción de un tren subterráneo en la Ciudad de México para estar a tono con los adelantos en transportación como sucedía en Paris, Francia. De igual manera –resultado de sus viajes al viejo continente y sus continuas observaciones- recomendó la aplicación del recurso de luz y sonido para promocionar los vestigios históricos y fomentar el turismo, sugiriendo que se hiciera en Teotihuacan.
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22Marte R. Gómez. Vida politica, op. cit., Tomo I, p. 1049.
23Marte R. Gómez. Vida política, op. Cit., Tomo II. pp. 14-15.
A partir de sus 62 años cumplidos en 1958, Marte R. Gómez empezó una ardua y prolija tarea de escribir para publicar; su esfuerzo se concretó en un escrito testimonial relativo a su paso por la Escuela Nacional de Agricultura, fue así que le fue producido por Manuel Porrúa el Anecdotario de San Jacinto. Al año siguiente apareció el libro sobre Apreciaciones Generales sobre el Problema Agrario y sus Consecuencias.
En 1960 su pluma concibió El Palique Ranchero. Un año después vio la luz el escrito Las Comisiones Agrarias del Sur. Mientras que era invitado por la Comisión Redactora del libro México, 50 años de Revolución, en el que escribió su artículo sobre los Procesos Electorales 26.
Debido a la labor desempeñada por el Ingeniero Gómez en el crecimiento de las actividades económicas de la empresa Worthington de México, bien valió el reconocimiento de admiración del norteamericano Picard, representante de la matriz de Worthington en el Medio Oriente, según lo revelaba Rodolfo Usigli, embajador en Beirut y amigo de Marte.
Aunque el ingeniero no solo se desenvolvía como empresario, la posición que ocupaba en la producción de bombas y equipo de riego le obligaban a estar tanto del desenvolvimiento del sector primario, además de que su función le permitía producir los recursos técnicos que podía desarrollar la agricultura de acuerdo con los patrones empresariales y fortalecer la economía de los pequeños agricultores y ejidatarios minifundistas, complementando el proceso de la revolución verde puesta en marcha (que generaba fertilizantes, semillas, mejoradas, pesticidas, etc.)
El tipo de desenvolvimiento de la agricultura lo hacia un asesor muy importante, de tal manera que el gobierno de Adolfo López Mateos, a través del Secretario de Agricultura y Ganadería, ingeniero Julián Rodríguez Adame, de continuo le consultaban lo referente al sector agropecuario. Marte se preguntaba: ¿para qué habían cancelado el Consejo de Fomento y Coordinación e la Producción Nacional, si las consultas permanecían?
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26 Anecdotario de San Jacinto. México, Manuel Porrúa, 1959. Apreciaciones Generales sobre el Problema Agrario y sus Consecuencias, Toluca, Gobierno el Estado de México, 1959. El palique Ranchero, México, Secretaria de Educación Publica, 1960. Las Comisiones Agrarias del Sur. México, Manuel Porrúa, 1961. México, 50 años de Revolución. México, Fondo de Cultura Económica, 1961.
Criticó pero no tomó a mal. Antes bien se dispuso a analizar la situación nacional (bajo la convicción de que cualquier acción política debía ir respaldada por un análisis critico) a modo de proponer medidas pertinentes para estimular los cautivos mas redituables o aprovechar los errores en la edificación de obras de irrigación (como en el caso del río Guaymas). Lo peculiar del caso es que sus esquemas incluían a cualquier tipo de agricultor (sin anteponer la divisa: cualquier consulta causa honorarios; puesto que en sus cargos honoríficos no cobraba, demostrando que en los puestos públicos no era para enriquecerse mediante la corrupción, sino para servir al país.
Era un convencido de que si el país no podía producir algún bien, entonces había que permitir la inversión extranjera para obtener los productos mas baratos, aunque dicha inversión se debía de hacer de manera conjunta como mecanismo estimulador alos empresarios del país.
Era tal su influencia que -en 1960-su amigo Rodolfo Usigli lo consideraba “como uno de los pocos hombres de la política mexicana con la capacidad y competencia para desempeñar diversas carteras, ya de Agricultura, Hacienda, Educación o Relaciones y para ser Presidente de la Republica, hombre polifacético y enciclopédico como quisiéramos muchos” 27.
Marte no aspiró a ser Presidente, dice su esposa Hilda Leal, porque “una gente con ese carácter [fuerte] y con esas ideas no puede” 28.
La febril actividad que desarrollaba Marte R. Gómez le hizo olvidar que en 1962 ya contaba con 65 años (pues su onomástico era el 4 de julio) y que su corazón ya había sido tocado y no precisamente por el flechazo de cupido. Sintiéndose fuerte y capaz se puso a sembrar aguacates en su rancho, después de eso el 24 de septiembre se traslado a la Ciudad de México y el avión en que viajaba fue victima del mal tiempo. Cada vez se sentía peor, ya en el aeropuerto pidió llamaran al doctor Chávez para que lo atendiera de un inminente infarto.
Para animarlo -o para cargarle trabajo- (como decía el ingeniero) un mes después lo fueron a ver los representantes del gobierno para comunicarle que el presidente Adolfo López Mateos estaba con que los IX Juegos Olímpicos y del Caribe se llevarían a cabo en México, a condición de que Marte R. Gómez presidiera el Comité Organizador. Para rematar, el Secretario de Agricultura le llevó el encargo presidencial de que dirigiera la organización que constituiría el Seguro Agrícola Integral (convirtiéndose –después- en el Presidente del Consejo de Administración de la Aseguradora Nacional Agrícola y Ganadera, S.A., ANAGSA 29.
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27 Marte R. Gómez. Vida política, op. cit., Tomo II, p. 248.
28 Entrevista con la señora Hilda Leal.
29 Biblioteca Sebastián Lerdo de Tejada. Exp. Marte R. Gómez. 22 de noviembre de 1962.
El reto de organizar las actividades deportivas era enorme, esto le hizo reponerse con mayor celeridad, ya que lo que estaba en juego era su membresía al Comité Olímpico Internacional, cuya antigüedad databa de ¡1934¡ “Desde el gobierno del general Abelardo Rodríguez [en 1934], estando él [se refiere a Marte] en Europa, lo nombraron miembro del Comité Olímpico Internacional y a ese perteneció cuarenta años (a la fecha en que murió)” 30.
La adecuada realización de los IX Juegos Centroamericanos y del Caribe tenía como fin mostrar que el país estaba en las mejores condiciones para convertirse en sede de los Juegos Olímpicos de 1968, que fue la actividad que consideró prioritaria, sin descuidar los demás asuntos de negocios.
Para conseguir la sede de los Juegos Olímpicos había que actuar con tacto, recomendaba Marte, puesto que las cosas estaban muy difíciles, había delegados renuentes y otras sedes parecían más variables.
La táctica consistió en hacer visitas personales a los delegados que simpatizaban o podían simpatizar con la candidatura. La reunión definitiva tendría lugar en octubre de 1963 en la ciudad alemana de Baden Baden. El 17 de octubre se dirigió al lugar de la reunión, pero “un atrabancado que manejaba una camioneta, embistió el carro en que iba -dice Marte- y me lanzó, junto con dos personas [del Comité] que me acompañaba, contra un árbol, en que nos estrellamos todos.
Hubieron de llevarme a un hospital, tuve que salirme de él para poder desempeñar mi cometido.”31 Marte R. Gómez omitió su estado de salud y no dijo que sus rodillas estaban muy lastimadas, por que no gustaba hacer alarde con su persona, pero “ahí se iba a votar por los Juegos Olímpicos –dice orgullosa de su marido la señora Hilda Leal-, estaba muy reñida [la votación], y ese accidente que tuvo… fue tremendo, entonces pues yo veo aquello y digo: mi marido no va poder ir a votar; porque era de tal grado que tenia que guardar cama. Entonces le dije: "Viejo, perdóname, pero yo no ceo que sea justo que tu te arriesgues". Y me dijo:
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30 Loc. Cit. Fue tal su inquietud por el deporte que gustaba de los toros, beisbol y el futbol. En esta ultima actividad fungió como Presidente del Club América (según noticia periodística biográfica)Biblioteca Lerdo de Tejada. Exp. Marte R. Gómez, 18 de diciembre de 1973.
31Marte R. Gómez. Vida política, op. cit., Tomo II, pp. 544-545.
Si yo no voto México pierde la Olimpiada y tengo que ir… Entonces nos ayudaron a conseguir silla de ruedas, a ese grado; y entonces él fue porque además él tenia que hablar, le habían dicho que hiciera un discurso en francés, a la hora del borlote, porque aquello era difícil que la ganara México, lo hicieron que hablara inglés, la cara la tenia..., las piernas hinchadas y todo.
Y ganó México los Juegos del 68. Así fue. Si, yo les aseguro a ustedes –dice sin titubeos-, si él no va a votar, México no gana la gran Olimpiada” 32.
El 7 de noviembre de 1963 se comunicó la aceptación oficial.
El segundo infarto y luego la preparación de los Juegos Olímpicos le absorbieron tiempo, pero su situación en Worthington de México debía resolverse en virtud de que de acuerdo con las normas estadounidenses un directivo al cumplir 65 años debía retirarse. En 1964 -a la edad de 68 años- Marte R. Gómez dejó de ser Presidente Ejecutivo de la empresa. Pero ésta lo necesitaba por su importancia política, su prestigio internacional y su eficiencia como administrador.
Se le conservó en la negociación bajo la figura de Presidente del Consejo de Administración.
Esta situación le abrió un valioso tiempo para dejar de fluir la pluma, continuando la producción editorial con La Reforma Agraria de México. Su crisis durante el periodo 1928-1934. Al año siguiente, en 1965, concluye su texto La reforma Agraria en las filas villistas, que ve la luz en 1966. ·n 1967 aparece Medio siglo de progresos agrícolas en México.
En 1968 sale de la prensa el escrito A un joven agrónomo mexicano. En 1969 la Secretaria de Agricultura difunde el libro Primeros pasos en la industrialización en México (de que modo la agricultura y la industria se sirven) 33.
El ingeniero Marte R. Gómez siempre manifestó dos satisfacciones importantes en su vida, “ser Director de Chapingo y Gobernador de su estado, Tamaulipas; yo creo –opina su esposa Hilda Leal- que Tamaulipas, el mejor gobernador que tuvo fue Marte R. Gómez”34.
Siempre que pudo ayudar a Chapingo a salir de determinados problemas económicos y políticos, además para proyectarla como institución académica de prestigio.
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32 Entrevistas con la señora Hilda Leal de Gómez. El testimonio es confirmado por Esther Gómez Leal.
33 La Reforma Agraria de México. México. Manuel Porrúa. 1964. La Reforma agraria en las filas villistas. México. Insituto Nacional de Estudios Históricos de la Revolución Mexicana. 1966. Medio siglo de progresos agrícolas en México. México. Secretaría de Agricultura y Ganadería. 1967. A un joven agrónomo mexicano. México. Empresas Editoriales. 1968. Primeros pasos en la industrialización en México (de qué modo la agricultura y la industria se sirven) México. Secretaría de Agricultura y Ganadería. 1969.
34 Entrevista con la señora Hilda Leal.
En 1965 se le invitó al ingeniero Gómez a participar como Asesor Especial del Plan Chapingo. Dicho plan tenía como misión fundamental dotar de instalaciones más amplias y adecuadas a la investigación científica y de laboratorio, fomentar el posgrado y desarrollar la promoción y el extensionismo agrícola. Marte lo comenta de esta manera al ingeniero José Rodríguez Vallejo, el 26 de agosto de 1965:
…se ha tratado varias veces de que nuestras escuelas de agricultura no sean exclusivamente planteles de enseñanza profesional, sino centros de promoción agrícola de los que irradien desarrollos que beneficien a las comarcas de las que las escuelas sean centro y que constituyan algo así como faros que hagan conocer su presencia, y que guíen a nuestros hombres de empresa que trabajan en la tierra…35
En esta línea de pensamiento fue que el ingeniero Gómez se opuso a la modificación del Código Agrario propuesta en mayo de 1960 por el gremio agronómico agrupado en la Sociedad Agronómica Mexicana, quienes pretendían que se les entregaran en calidad de ejidos las malas tierras, para mostrar que se podían hacer para hacerlas producir. Marte objetó aduciendo que zapatero a tus zapatos, agrónomo a la capacitación, dejando la tierra a los ejidatarios y no privándolos de un derecho 36.
Notando lo cerca que estaba cierto tipo de colegas de vivir a expensas del presupuesto, de lucrar con los puestos políticos y desenvolverse profesionalmente alejados de su compromiso social, solo comprometidos con la técnica.
A Marte R. Gómez se le otorgó en 1966 un reconocimiento como Veterano de la Revolución, por lo cual se le concedió una condecoración. Pero éstos no eran sus menesteres y preocupaciones, éstos iban más allá. Al acabarse su papel de mecenas se convirtió en un promotor de la obra del recién desaparecido Diego Rivera.
Incluso le ofreció al gobierno su colección particular de este distinguido artista.
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35 Marte R. Gómez. Vida política. op. cit., Tomo II pp. 608-609.
36 Idem. pp. 260-261.
Yo pienso que mi padre tenía un amor por México, dice su hija la señora Hilda Gómez-, una entrega absoluta por su país. Donó una colección de cuadros de Diego Rivera, valiosísima, se la valuaron en aquel entonces en 11 millones. El gobierno le decía te pagamos la mitad y dona la mitad. Le obligó al valuador a bajar lo mínimo que llegaron a 6 millones. Le pagaron finalmente alrededor de 2 millones 650 mil pesos. No le pagaron los tres jamás. No se cumplieron sus deseos, la colección tenia que estar en Bellas Artes… la colección un nunca ha estado junta.37
Marte era muy discreto, no le gustaba que se supieran los actos de beneficio que realizaba, ni que su nombre figurara en la prensa. Incluso le pidió a la Escuela Nacional de Agricultura que no divulgara sus deseos de donar sis libros para la biblioteca que se había eregido en 1965 con los recursos del Plan de Chapingo (hoy llamada Biblioteca Central, cuya tarea no fuera resguardar libros, sino fomentar la edición de los mismos), con la sola condición de que se formase el Fondo Marte R. Gómez38.
Las relaciones con el gobierno del presidente Gustavo Díaz Ordaz fueron cordiales, al grado de que fue el padrino de boda de todos sus hijos39. Más aún, con motivo de la celebración de los Juegos Olímpicos de 1968, que tuvieron como anfitriona a la Ciudad de México, en los cuales Marte R. Gómez tuvo una destacada participación como organizador de los mismos.
Sin embargo, el 68 también fue escenario del conflicto estudiantil que el gobierno acalló de manera violenta, con tal de acabar los problemas y mostrar al mundo que México era un gran país anfitrión y que "todo es posible en la Paz" (hasta la muerte), que era el lema principal del evento.
Marte R. Gómez trató de interceder con el movimiento organizado en la Escuela Nacional de Agricultura, pero no logró persuadir. Después de los sucesos, Chapingo no recibió las mismas consideraciones del gobierno; entonces el Plan de Chapingo fue declinado hacia 1972. Marte R. Gómez dejó de ser el Asesor Especial. Justo el año en que publicó su libro Pancho Villa (un intento de semblanza)40
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37 Entrevista con la señora Hilda Gómez
38 Tal deseo se vio coronado en febrero de 1974, un año después de su muerte , cuando el Lic. Marte Gómez Leal entregó la valiosa colección 1,219 volumenes (918 libros, 165 publicaciones periódicas,etc.) Al Dr. Oscar Brauer, Secretario de Agricultura y Ganadería, quien a su vez, los confió a la Escuela Nacional de Agricultura, en un fondo especial en la Biblioteca General. Biblioteca Lerdo de Tejada. Fondo Exp. Marte R. Gómez, 20 de febrero de 1974.
39 Entrevista con la señora Hilda Leal. 40 Marte R. Gómez, Pancho Villa (um intento de semblanza), México, Fondo de Cultura Económica, 1972.
También la Escuela Nacional de Agricultura y sobre todo el Colegio de Posgraduados dieron un viraje muy notorio que se alejó de las posiciones de Marte R. Gómez, apareciendo nuevos ideólogos y nuevos trayectos institucionales, más acordes con los nuevos proyectos gubernamentales; era la época del presidente Luis Echeverría Álvarez (con quien Marte no llevó buenas relaciones). A Marte R. Gómez no se le escapó hacer notar dicha circunstancia.
El 1º de marzo de 1971 le hizo saber al Ing. Luis Chalita, en su calidad de Presidente Interino del Colegio de Posgraduados, sus apreciaciones:
Hoy, por lo que veo, un abismo en la postura que traté de aconsejar siguieran las nuevas generaciones de agrónomos egresados de nuestra Escuela Nacional de Agricultura, y ésta que tiene cabida en las cátedras de nuestro Colegio de Posgraduados.
Me concreto, pues, a desear que busquen orientaciones, que sin mengua de la ciencia y la técnica, alcancen a descubrir que en el agricultor hay un ser humano, cuyas carencias y limitaciones se deben tomar en cuenta, para superarlas.
Me explico, por cierto, que agrónomos orientados con las luces qie se imparten en nuestro Colegio de Posgraduados, no merezcan que el Presidente de la República se fije en ellos para confiarles puestos de responsabilidad en la Secretaría de Agricultura. En los años heróicos de nuestra lucha por la reforma agraria no queríamos que fueran siquiera delegados de la Comisión Nacional Agraria -y no pensábamos que ninguno llegara a ocupar la cartera de Agricultura, por supuesto-, sino amigos de los campesinos, que reaccionaran con brío contra quienes los explotaban y les tendieran la mano, para ayudar a que se levantaran de la postración en la que los habia sumido la hacienda.
Enarbolamos el estandarte de esta causa en nuestros congresos agronómicos; ustedes se lo han dejado arrebatar; y son otros los que lo hacen flotar al viento.
A los agrónomos de mi generación se nos acusó de políticos. Creo que el cargo solo puede fincarse en contra de unos cuantos de nosotros y no podíamos ser muchos, porque solo había unas cuantas centenas de agrónomos, que identificados con la Revolución, adoptamos una postura resueltamente agrarista.
A ustedes creo que se les puede clasificar como nadadores que se empeñan en remontar una corriente que data más de cincuenta años, y que hoy se manifiesta más impetuosa que nunca41.
El ingeniero Marte R. Gómez estaba de vuelta a su trabajo en la empresa Worthington de México, trabajando duro como siempre, "ese ritmo duró hasta el momento que murió -nos dice con señales de tristeza la señora Hilda Leal de Gómez.- Mi marido sale de casa en perfectas condiciones. Desayunamos juntos. Lo despido. Le doy su beso, su abrazo y se va. Nada más que hubo una cosa tremenda, cuando yo me despido de él, yo me quedo llorando, no sé por qué me quedé llorando.
Él se va a trabajar, no iba a venir a comer a la casa. tenía in compromiso con el Lic. Portes Gil e iban a comer juntos.
Pero una de mis hijas con sus dos niñas estaba conmigo en la casa , que iba a acompañarme a comer para que no comiera yo sola. Cuando nos habla de la oficina la secretaria. -yo no contesté, -contestó [mi hija] Esther. Y le dice: vénganse porque su papi sufrió un desmayo. Cuando veo que Esther voltea a verme y le digo: qué pasó. Porque yo siempre estaba con el pendiente, que porque él había sufrido dos infartos y yo siempre estaba preocupada por cualquier cosa que pudiera suceder. Pues salimos como pudimos, nos subimos al coche, nos pasamos altos, usted sabe, cuando tiene una preocupación no le importa.
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41 Marte R. Gómez. Vida política, op., cit. Tomo II. pp.942-943.
Llegamos a la oficina y cuando yo lo ví, si me doy cuenta que no era ningún desmayo, era un derrame. Era un derrame lo que había tenido. Lo abrazo y le digo: pero qué tienes, qué te pasa, dime qué te pasa, aquí estoy contigo, aquí estoy... No me volvió a hablar. En eso llegó la ambulancia, porque la secretaria le habia hablado al Doctor Chávez y me subo a la ambulancia con él. En el momento en que los enfermeros le ponen oxígeno, en ese momento él abre los ojos y me ve. Qué tienes, pero qué tienes. Ya no me habló más. Las últimas palabras con él fueron desayunando"42.
El derrame ocurrió el 8 de noviembre y estuvo bajo terapia intensiva, pero Marte R. Gómez Segura jamás recuperó el conocimiento. A las 23:15 horas del 16 de diciembre de 1973 murió.
La prensa nacional se ocupó del asunto recordando la trayectoria de tan ilustre personaje. Su cuerpo fue acompañado por decenas de amigos y familiares y enterrado a las 17:00 horas en el Panteón Francés de La Piedad.
La elegía corrió a cargo de su amigo más entrañable, el Lic. Emilio Portes Gil, quien recordó los pasajes más significativos y trascendentes de la vida nacional, unas veces juntos y otras en plena comunicación. También hizo uso de la palabra el arquitecto Pedro Ramírez Vázquez, presidente del Comité Olímpico Mexicano, quien notoriamente conmovido recordó la trayectoria de un importante promotor deportivo: cuya última intervención fue en Berna, Bulgaria, con motivo del Congreso del Comité Olímpico Internacional43.
Sus colaboradores se dedicaron a publicar sus obras póstumas, entonces apareció en 1975, el ensayo bien documentado de la Historia de la Comisión Nacional Agraria; al año siguiente aparecieron otros libros, entre ellos: Biografías de Agrónomos y Galería de Ministros de Agricultura44 y Episodios de la Escuela Nacional de Agricultura.
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42 Entrevista con la señora Hilda Leal de Gómez.
43 Biblioteca Lerdo de Tejada. Exp. Marte R. Gómez 17 y 18 de diciembre de 1973.
44 Incluso, en 1972 pronunció un discurso en torno a la figura de Benito Juárez, con motivo del centenario de un hombre apegado a un ideario político. .
